Salmo 78

Parte I

Attendite, popule
19
Vituperaron a Dios y dijeron: *
“¿Podrá Dios preparar mesa en el desierto?
20
En verdad, hendió la peña, brotaron aguas y los arroyos rebosaron, *
pero, ¿podrá darnos pan, proveer de carne a su pueblo?”
21
Cuando el Señor oyó esto, se enojó; *
se encendió un fuego contra Jacob,
hirvió su cólera contra Israel;
22
Porque no tenían fe en Dios, *
ni confiaban en su auxilio.
23
Por tanto, dio orden a las altas nubes, *
abrió las compuertas de los cielos.
24
Hizo llover sobre ellos maná para que comiesen, *
y les dio trigo de los cielos.
25
Así, los mortales comieron pan de ángeles; *
les mandó comida hasta saciarles.
26
Hizo soplar desde el cielo el Levante, *
y dirigió con su fuerza el viento Sur.
27
Hizo llover carne sobre ellos como polvo, *
y como arena del mar, aves que vuelan.
28
Las hizo caer en medio del campamento *
y alrededor de sus tiendas.
29
Comieron, y se saciaron, *
porque él satisfizo su antojo.
30
Pero no terminó ahí su antojo, *
aunque todavía estaba la comida en su boca.
31
Por tanto, hirvió la ira de Dios contra ellos; *
mató a los más robustos,
y derribó a la flor de Israel.
32
A pesar de esto, aún pecaron, *
y no tuvieron fe en sus proezas.
33
Consumió entonces sus días como un soplo, *
y sus años en súbito terror.
34
Cuando los mataba, ellos lo buscaban, *
se arrepentían y lo buscaban de veras.
35
Se acordaban de que Dios era su Roca, *
y el Dios Altísimo, su Redentor.
36
Pero le lisonjeaban con su boca, *
y con su lengua le mentían.
37
Su corazón no era firme con él, *
ni eran fieles a su pacto;
38
Pero él, misericordioso,
perdonaba sus pecados y no los destruía; *
contuvo muchas veces su ira,
y no despertó su enojo;
39
Porque se acordó de que eran carne, *
soplo que se va y no vuelve.

Parte II

Quoties exacerbaverunt
40
¡Cuántas veces el pueblo
se rebeló contra Dios en el desierto, *
y le ofendió en el yermo!