Salmo 70

Deus, in adjutorium
1
Dígnate, oh Dios, librarme; *
Señor, apresúrate a socorrerme.
2
Sean avergonzados y confundidos a una,
los que buscan mi vida; *
vuelvan atrás y averguéncense,
los que mi ruina desean.
3
Vuélvanse atrás, avergonzados, *
los que con malicia me dicen: “¡Ajá!”
4
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; *
digan siempre los que aman tu salvación:
“¡Grande es el Señor!”
5
En cuanto a mí, estoy afligido y en necesidad; *
apresúrate y ven a mí, oh Dios.
6
Mi ayuda y mi libertador eres tú; *
no te tardes, oh Señor.

Salmo 71

In te, Domine, speravi
1
En ti, oh Señor, me he refugiado; *
no sea yo avergonzado lamas.
2
En tu justicia, líbrame y rescátame; *
inclina a mí tu oído, y sálvame.
3
Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve; *
tú eres mi risco y mi fortaleza.
4
Dios mío, líbrame de la mano del malvado, *
de las garras del malhechor y opresor;
5
Porque tú, Señor Dios, eres mi esperanza, *
mi confianza desde mi juventud.
6
En ti he sido sustentado desde el vientre;
desde el seno de mi madre has sido mi vigor; *
de ti será siempre mi alabanza.
7
Portento he sido a muchos, *
mas tú eres mi refugio y fortaleza.
8
Sea llena mi boca de tu alabanza, *
y de tu gloria todo el día.
9
No me deseches en la vejez; *
cuando mi fuerza se acabare, no me desampares;
10
Porque mis enemigos hablan contra mí, *
y los que acechan mi vida conspiran.
11
Dicen: “Dios lo ha desamparado; *
persíganlo y agárrenlo,
porque no hay quien lo defienda”.
12
Oh Dios, no te alejes de mí; *
Dios mío, apresúrate a socorrerme.
13
Sean avergonzados y deshonrados mis adversarios; *
queden cubiertos de desdén e improperio
los que buscan mi daño.
14
Mas yo con paciencia siempre esperaré, *
y te alabaré más y más.
15
Mi boca pregonará tus proezas
y tus hechos salvíficos todo el día, *
aunque no puedo enumerarlos.
16
Comenzaré con las proezas del Señor Dios; *
haré presente tu fidelidad, sólo la tuya.
17
Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud, *
y aun hoy relato tus maravillas.
18
Ahora en la vejez y lleno de canas, no me desampares, oh Dios, *
hasta que dé a conocer tu fortaleza a esta generación,
y tu poder a los que han de venir.
19
Tu justicia, oh Dios, alcanza hasta los cielos; *
has hecho proezas;
¿quién como tú, oh Dios?
20
Tú me has hecho ver muchas angustias y males, *
pero volverás a darme vida,
y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
21
Aumentas mis fuerzas más y más; *
me abrazas y me consuelas.
22
Por tanto, te alabaré con lira por tu lealtad, oh Dios mío; *
te cantaré con arpa, oh Santo de Israel.
23
Mis labios cantarán con júbilo,
cuando toque para ti, *
y también mi alma, la cual redimiste.
24
Mi lengua proclamará tu justicia todo el día, *
porque están avergonzados y deshonrados
los que buscaban mi vida.