Salmo 37

Parte I

Noli aemulari
18
Porque el poder de los malos será quebrado, *
mas el Señor sostendrá a los justos.

Parte II

Novit Dominus
19
El Señor vela por las sendas de los honrados, *
y la heredad de ellos será para siempre.
20
No serán avergonzados en el mal tiempo, *
y en los días de hambre serán hartos.
21
En cuanto a los malos, perecerán, *
y los enemigos del Señor, como las flores del prado,
se disiparán, se disiparán como el humo.
22
El malo toma prestado, y no paga; *
mas el justo es generoso y dadivoso.
23
Los benditos de Dios heredarán la tierra, *
mas los malditos por él serán destruidos.
24
Los pasos de los mortales son dirigidos por el Señor, *
y fortalece a aquéllos en cuyos caminos él se deleita.
25
Si tropiezan, no caerán, *
porque el Señor los lleva de la mano.
26
Joven fui, y he envejecido, *
y no he visto a justo desamparado,
ni que su descendencia mendigue pan.
27
En todo tiempo los justos son generosos y prestan, *
y su descendencia es para ellos bendición.
28
Apártate del mal, y haz el bien, *
y habitarás en la tierra para siempre;
29
Porque el Señor ama la justicia, *
y no desampara a sus santos.
30
Para siempre serán guardados, *
mas los hijos de los malos serán destruidos.
31
Los justos heredarán la tierra, *
y vivirán para siempre sobre ella.
32
La boca del justo profiere sabiduría, *
y su lengua habla lo que es recto.
33
La ley de su Dios está en su corazón; *
por tanto, sus pies no resbalarán.
34
Acecha el malo al justo, *
y busca ocasión para matarle.
35
El Señor no lo entregará en sus manos, *
ni permitirá que sea declarado culpable en su juicio.
36
Espera en el Señor, y guarda su camino; *
él te exaltará para heredar la tierra;
cuando sean destruidos los malos, lo verás.
37
He visto al malo medrando, *
floreciente como árbol lleno de hojas;
38
Pero yo pasé, y he aquí, ya no estaba; *
busqué, y no lo hallé.
39
Mira al honrado; observa al justo; *
porque hay futuro para el que es pacífico.
40
Mas los transgresores serán todos a una destruidos; *
el futuro del malo será acortado.
41
La salvación de los justos es del Señor; *
él es su fortaleza en tiempo de angustia.