Salmo 3
Domine, quid multiplicati?
1
Oh Señor, ¡cuánto se han multiplicado mis adversarios! *
Muchos son los que se levantan contra mí.
2
Muchos son los que de mí dicen: *
“No hay salvación para él en Dios”.
3
Mas tu, oh Señor, eres escudo alrededor de mí; *
mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
4
Con mi voz clamé al Señor, *
y él me respondió desde su santo monte.
5
Yo me acosté y dormí, *
y desperté, porque el Señor me sustentaba.
6
No temeré a diez millares de gente, *
que pusieron sitio contra mí.
7
¡Levántate, oh Señor; sálvame, oh Dios mío! *
Por cierto, herirás a todos mis enemigos en la quijada;
los dientes de los perversos quebrantarás.
8
La salvación es del Señor; *
sobre tu pueblo sea tu bendición.
Salmo 4
Cum invocarem
1
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; *
cuando estaba en angustia, tú me libraste;
ten misericordia de mí, y escucha mi oración.
2
“Mortales, ¿hasta cuándo volverán mi honra en infamia, *
amarán la vanidad, y buscarán la mentira?”
3
Sepan, pues, que el Señor ha escogido a los fieles para sí; *
el Señor oirá cuando yo a él clamare.
4
Tiemblen y no pequen; *
mediten en su corazón estando en su cama, y callen.
5
Ofrezcan sacrificios rectos, *
y confíen en el Señor.
6
Muchos son los que dicen: “¿Quién nos mostrará el bien?” *
Alza sobre nosotros, oh Señor, la luz de tu rostro.
7
Tú diste alegría a mi corazón, *
mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
8
En paz me acostaré, y en seguida dormiré; *
porque sólo tú, oh Señor, me haces vivir seguro.