Salmo 127
Nisi Dominus
1
Si el Señor no edificare la casa, *
en vano trabajan los que la edifican.
2
Si el Señor no guardare la ciudad, *
en vano vela el vigilante.
3
Vano es madrugar y acostarse tarde,
vano también comer el pan del trabajo; *
pues a su amado le da el sueño.
4
He aquí, herencia del Señor son los hijos, *
y el fruto del vientre, un don.
5
Como saetas en manos de un guerrero, *
así son los hijos de nuestra juventud.
6
¡Dichoso el que llena con ellas su aljaba! *
No será avergonzado cuando contienda con sus adversarios en la puerta.
Salmo 128
Beati omnes
1
¡Dichosos todos los que temen al Señor; *
y andan en sus caminos!
2
Comerás el fruto de tu trabajo; *
dicha y prosperidad tendrás.
3
Tu mujer será como parra fecunda
en medio de tu casa, *
tus hijos como renuevos de olivo
alrededor de tu mesa.
4
Así será bendecido el hombre *
que teme al Señor.
5
Bendígate el Señor desde Sion, *
y veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
6
Que veas los hijos de tus hijos, *
y la paz sea sobre Israel.