Salmo 119

Mem

Quomodo dilexi!
97
¡Oh, cuánto amo tu ley! *
Todo el día la estoy meditando.
98
Tus mandamientos me han hecho más sabio que mis enemigos, *
y siempre están conmigo.
99
Soy más docto que todos mis maestros, *
porque estudio tus decretos.
100
Soy más sabio que los ancianos, *
porque observo tus mandamientos.
101
De todo mal camino contengo mis pies, *
para guardar tu palabra.
102
No me aparto de tus juicios, *
porque tú mismo me has enseñado.
103
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, *
más que la miel a mi boca!
104
De tus mandamientos adquiero comprensión; *
por tanto, aborrezco el camino de la mentira.