Salmo 119

Lámed

In aeternum Domine
89
Tu palabra, oh Señor, es eterna, *
establecida es en los cielos.
90
Tu fidelidad perdura de generación en generación; *
tú afirmaste la tierra, y permanece.
91
Por tu decreto permanecen hasta hoy, *
porque todo está a tu servicio.
92
Si tu ley no hubiese sido mi delicia, *
en mi aflicción hubiera perecido.
93
Jamás me olvidaré de tus mandamientos, *
pues por ellos me das vida.
94
Tuyo soy; ¡ojalá me salvaras! *
porque estudio tus mandamientos.
95
Aunque los malvados me asechen para destruirme, *
yo consideraré tus decretos.
96
He visto que todas las cosas tienen fin, *
pero tus mandamientos son infinitos.