Salmo 119

Vau

Et veniat super me
41
Venga a mí tu bondad, oh Señor, *
tu salvación, conforme a tu promesa.
42
Entonces daré respuesta a los que me mofan, *
porque confío en tus palabras.
43
No quites de mi boca la palabra de verdad, *
porque en tus mandamientos está mi esperanza.
44
Guardaré tu ley continuamente, *
para siempre y hasta la eternidad.
45
Andaré en libertad, *
porque estudio tus mandamientos.
46
Hablaré de tus decretos ante los reyes, *
y no me avergonzaré.
47
Me gozo en tus mandamientos, *
los cuales he amado siempre.
48
Alzaré mis manos a tus mandamientos, *
y meditaré en tus estatutos.

Zain

Memor esto verbi tui
49
Acuérdate de tu palabra a tu siervo, *
porque tú me has dado esperanza.
50
Esto es mi consuelo en la aflicción, *
que tu promesa me da vida.
51
Los soberbios se han burlado cruelmente de mí, *
mas no me he desviado de tu ley.
52
Cuando me acuerdo de tus juicios antiguos, *
oh Señor, me consuelo en gran manera.
53
Siento gran indignación *
ante los malvados que abandonan tu ley.
54
Como cánticos han sido para mí tus estatutos, *
dondequiera que he morado como forastero.
55
Me acuerdo de tu Nombre en la noche, oh Señor, *
y medito en tu ley.
56
Esto es lo que a mí me toca, *
porque he guardado tus mandamientos.

Chet

Portio mea, Domine
57
Sólo tú, oh Señor, eres mi porción; *
he prometido guardar tus palabras.
58
De todo corazón suplico tu favor; *
ten misericordia de mí conforme a tu promesa.
59
He considerado mis caminos, *
y he vuelto mis pies a tus decretos.
60
Me apresuro, y no me retardo *
en guardar tus mandamientos.
61
Aunque los lazos de los malvados me envuelvan, *
no me olvido de tu ley.
62
A medianoche me levantaré para darte gracias *
por tus justos juicios.
63
Compañero soy de todos los que te temen, *
de cuantos guardan tus mandamientos.
64
De tu amor, oh Señor, está llena la tierra; *
enséñame tus estatutos.