Salmo 104

Benedic, anima mea
24
El hombre sale a su trabajo, *
y a su labor hasta la tarde.
25
¡Cuán múltiples tus obras, oh Señor! *
Hiciste todas ellas con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
26
He allí el grande y anchuroso mar,
en donde bullen criaturas sin número, *
tanto pequeñas como grandes.
27
Allí se mueven las naves,
allí está ese Leviatán, *
que modelaste para jugar con él.
28
Todos ellos te aguardan, *
para que les des comida a su tiempo.
29
Se la das, la recogen; *
abres tu mano, se sacian de bienes.
30
Escondes tu rostro y se espantan; *
les quitas el aliento;
expiran y vuelven a su polvo.
31
Envías tu Espíritu y son creados; *
así renuevas la faz de la tierra.
32
Perdure la gloria del Señor para siempre; *
alégrese el Señor en todas sus obras.
33
El mira a la tierra, y ella tiembla; *
toca los montes, y humean.
34
Cantaré al Señor mientras viva; *
alabaré a mi Dios mientras exista.
35
Que le sea agradable mi poema; *
me regocijaré en el Señor.